Dios es el eje sobre el cual gira toda nuestra vida, Él es la pasión y la fuerza que nos motiva a vivir y el deleite de nuestra alma. Esto quiere decir que hemos muerto a nuestra antigua manera de vivir y ahora solo vivimos para Aquel que, por amor murió y resucitó por nosotros; Jesucristo.
Ahora nuestra vida de obediencia es simplemente el fruto de amar a nuestro Dios, por eso vivimos gozosos y agradecidos con nuestro Señor, Salvador y Redentor Jesucristo, con una búsqueda intencional de crecer en el conocimiento de Dios.

La Palabra de Dios es nuestro único marco de referencia para la fe y la práctica. Ella interpreta lo que somos y hacemos como individuos y como iglesia. Por esta razón, nuestro caminar y servicio a Dios está caracterizado por obediencia a Su verdad, antes que a posiciones personales o institucionales.
Esto quiere decir que; la Palabra de Dios, la Biblia es lo que rige todos los aspectos de nuestras vidas, por esto al momento de tomar decisiones nos sometemos al criterio bíblico. Las Escrituras gobiernan nuestro entendimiento de lo que es la iglesia y nuestro proceder, es decir, nuestra filosofía ministerial, el gobierno de iglesia, la predicación, la enseñanza, la consejería, entre otros aspectos.

Implica una vida rendida por completo a Dios para Adorarlo, Honrarlo y Glorificarlo en todo lo que somos; mente, corazón y voluntad, y en todo lo que hacemos, como una continua ofrenda y sacrificio vivo, aceptable y agradable a Él.
Por esto entendemos que; debemos; Vivir conscientes de que somos templo del Espíritu Santo. Procuramos una vida devocional íntima y disciplinada. Que cada decisión muestre que sólo servimos a los propósitos, y la voluntad de Dios y no a otro dios, aún sea yo mismo. Vivimos gozosos y agradecidos, nuestra vida se caracteriza por la devoción a Dios.

Hacer todo lo que tenemos que hacer, cuando lo debemos hacer, de la mejor manera posible según nuestras capacidades, dones y talentos como para el Señor y no para los hombres.
Esto implica; Hacer lo que merece ser hecho, bien hecho, para la Gloria de Dios, con una Actitud de servicio y diligente, independiente del costo. Ser personas con sentido de urgencia en el ejercicio de nuestras tareas, y estar siempre dispuesto a aprender, crecer y mejorar. Una vida cristiana disciplinada, porque “Él ahora cuenta para siempre”.

Implica que he sido separado y dedicado para Dios de manera exclusiva. Es poner en práctica nuestro llamado a ser santos, como Dios es santo, procurando mantener la separación entre lo extraordinario de Dios y lo ordinario del hombre.
Esto implica; Resistencia a ser conformado a las corrientes de este mundo, Fidelidad a Dios y a Su Palabra. Santificación progresiva hasta la medida de la estatura de Cristo. Compromiso con servir a Dios y a su pueblo a través de los dones y talentos recibidos.

Quien es maduro, tiene un carácter que ha sido moldeado por el evangelio de tal manera que pueda decir a otros; imítenme a mí como yo imito a Cristo. Exhibe el fruto del Espíritu Santo en su vida, para vivir conforme a la sabiduría de Dios.
Esto implica:

• Tener Amor, estar Dispuesto a sacrificarse por los demás
• Gozo que es contentamiento
• Paz, en todo tiempo como reflejo de su confianza en Dios. [Sal. 46:10]
• Paciencia, Perseverar en las aflicciones de la vida y un buen trato a personas difíciles
• Gentileza, Humildad y ternura en las relaciones
• Bondad, de buen corazón hacia los demás
• Fidelidad, ser confiable
• Cumple sus compromisos con Dios y con los demás
• Mansedumbre, una persona dócil en su trato
• Dominio propio, que no se deja llevar por los deseos de su carne, sino que, por la verdad que conoce, perdona como Cristo nos perdonó.
• Una persona de discernimiento, que sabe que el carácter es más importante que el talento.

Mostrar en nuestras relaciones con los demás, en palabras y en hechos, el amor con que Cristo nos ha amado. Esto implica; Amar sin distinción, tener Compromiso con los necesitados, Perdón incondicional. Ser un pacificador. Considerar al otro como más importante que nosotros mismos.

Fortalecer y desarrollar la familia conforme al diseño de Dios en su Palabra.Esto implica; Matrimonios que reflejan la unión de Cristo con su Iglesia. Un Esposo que ama, lidera y se entrega a su esposa e hijos. Una Esposa como ayuda idónea, que se somete al liderazgo espiritual de su esposo. Unos Hijos que honran a sus padres, y Padres que no provocan los hijos a ira. Padres que se preocupan y se interesan en el crecimiento espiritual de su familia.

Se caracteriza por una disposición a obedecer el mandamiento de nuestro Señor de hacer discípulos en todas las naciones, empezando en nuestro entorno, a través de la predicación, proclamación, enseñanza, ejemplo e involucración material.
Esto implica; Sentido de urgencia por los perdidos. Predicación del Evangelio en palabras y hechos. Multiplicarse ayudando a otros cristianos a ser como Cristo. Orar, ofrendar y/o
ir de manera directa o indirecta a plantar iglesias dentro y fuera del territorio nacional.
Actividad misional pero no activismo.

Abrazar de manera voluntaria y convicción, la visión dada por Dios a nuestra iglesia, asumiendo así la responsabilidad de apoyarla. Esto implica; que Conoce, vive y defiende la Visión. Promueve y enseña a otros cómo vivir la visión. Se sacrifica por alcanzar la visión. Ser un contribuidor y no sólo un consumidor. Comprometido con mantener la unidad del cuerpo de Cristo dada por el Espíritu Santo.